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Soy Raúl Falcón y te doy la bienvenida a mi espacio web y en concreto a mi blog.

Siendo natural de un pequeño rincón de Canarias, una de las cosas que recuerdo antes de dejar mi lugar de origen para realizar mis estudios de arquitectura, en un periodo que todos recordamos como el boom inmobiliario, fue la aparición espontánea de viviendas de idéntico diseño a lo largo y ancho del territorio rural. Lo que resultaba sospechoso era que daba igual si la vivienda se ubicaba en un llano, en ladera o en un promontorio elevado del terreno, porque el diseño era exactamente el mismo, un diseño que no respondía al lugar en el que se ubicaba la vivienda.

Así las cosas, algunos usuarios sufrían verdaderas calamidades para acceder a su casa porque la entrada estaba orientada hacia los fuertes vientos de la zona. Otros usuarios no podían abrir la ventana de su dormitorio porque al abrirla topaban con el propio corte del terreno, puesto que el diseño de la vivienda no era el adecuado para una construcción en ladera. Estos últimos veían tristemente como en días de lluvia el barro salpicaba la ventana, por lo que quedaba cerrada de por vida. En la mayor parte de los casos, la vivienda no respondía a las necesidades de sus propietarios, lo que era lógico puesto que el diseño era, como comenté, exactamente el mismo para todas aquellas viviendas, independientemente del lugar en que se ubicara y de las necesidades que manifestara el usuario. Uno hizo un diseño de vivienda y exprimió al máximo su venta, mientras que otros muchos la compraron en la creencia de que sería la casa de sus sueños, quedando condenados.

Pero con el paso del tiempo, no podía ser de otra forma, las necesidades reales de la sociedad erosionan cualquier corsé, como es este caso. En la actualidad resulta curioso observar como todas aquellas viviendas han sido modificadas por sus usuarios. Podemos encontrar setos vegetales protegiendo la entrada de la vivienda de los fuertes vientos habituales de la zona, modificaciones importantes en el interior de las viviendas, e incluso modificaciones exteriores para adaptar la casa a las necesidades de quien la habita. A veces resulta realmente difícil reconocer si ésta o aquella vivienda tuvo su origen en aquel desafortunado diseño. Todo un auténtico fenómeno de metamorfosis que siempre me ha llamado la atención.

Si queremos evitar situaciones como éstas, que son tan solo un ejemplo de los impactos que podemos encontrar en nuestro territorio, debemos buscar una arquitectura que cumpla con la función para la que se concibe, ideada para sus usuarios, sostenible e integrada en el lugar. Es hora de que orientemos nuestros pasos hacia la búsqueda de una correcta relación entre arquitectura, territorio y paisaje. Quizás tengamos que observar la arquitectura del pasado y aplicar de forma adecuada las posibilidades que nos ofrece el presente y futuro. Conceptos como bioclimático, sostenibilidad, aprovechamiento de los recursos naturales, arquitectura pasiva, integración ambiental, y un largo etcétera no son nuevos; ya los aplicaban nuestros antepasados con acierto, y quizás va siendo hora de repensar las cosas.

En este espacio te propongo ahondar sobre todos aquellos aspectos que influyen en nuestro espacio de vida: nuestra casa, nuestro barrio, pueblo o ciudad, nuestro territorio y nuestro paisaje.

Sin más, te agradezco tu visita y te invito a que me conozcas y sigas mis actividades, proyectos e inquietudes.

Raúl Falcón Brito

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