En los últimos años hemos desarrollado en nuestro estudio, numerosos proyectos y planes de diversa índole en los que la mejora de la accesibilidad conformaba uno de los argumentos centrales de las propuestas. Es el caso de los planes de movilidad urbana sostenible (PMUS), los programas de fomento de la regeneración y renovación urbana y rural (ARRUs y ARRURs), planes directores de zonas comerciales abiertas, por supuesto los instrumentos de ordenación urbanística que hemos redactado o en los que hemos intervenido, y también todos aquellos proyectos de ejecución de edificaciones y espacios libres que hemos tenido la oportunidad de desarrollar.
Pero, especialmente, podemos sentirnos orgullosos de haber contribuido a la mejora de la accesibilidad a través de los planes municipales de accesibilidad que hemos redactado. En este sentido, a lo largo de la primera mitad de este año hemos trabajado en profundidad en el desarrollo y redacción de dos planes municipales de accesibilidad, concretamente en el Plan Municipal de Accesibilidad de La Aldea de San Nicolás, en la isla de Gran Canaria, y en el de Breña Baja en la isla de La Palma, dos municipios que reúnen importantes problemas en materia de accesibilidad y que, a partir de estos instrumentos estratégicos, podrán ahora abordar la mejora de la accesibilidad de forma gradual y coordinada. Ya podemos decir que se trata de planes terminados y presentados, por lo que estamos de enhorabuena. Se suman estos dos planes a los que mi equipo y yo hemos redactado en los últimos años para otros municipios de Canarias.
Un Plan de Accesibilidad es un plan de actuación, cuyo objetivo es hacer accesible gradualmente el entorno existente, con el objetivo de que todas las personas lo puedan utilizar libre y autónomamente. El Plan evaluará el nivel de barreras que existen en un espacio determinado, definirá las actuaciones necesarias para adaptarlo, las valorará, priorizará y propondrá un plan de etapas para su ejecución.
Es evidente que estos planes no pretenden que todo el espacio urbano sea accesible, puesto que en el corto plazo se trataría de una utopía, pero sí de que existan itinerarios accesibles, de acuerdo con la normativa vigente, que permitan a la población desplazarse autónomamente y con seguridad, y poder utilizar los espacios, edificios y servicios públicos, que también serán adaptados. Es, por tanto, un marco de acción municipal, que sistematiza los problemas existentes y propone un plan de actuación para resolverlos.
En estos instrumentos cobra una especial importancia el concepto de “accesibilidad universal”, que es la condición que deben cumplir los entornos, productos y servicios para que sean comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas. Así lo define también la Orden VIV/561/2010, de 1 de febrero, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados.
Este concepto tiene su fundamento en el diseño para todos y autonomía personal, incorporando la discapacidad desde una perspectiva plural, mejorando de manera integral las condiciones funcionales de la población.
Tal como se expone en la propia Orden anteriormente citada, el marco legal en materia de accesibilidad reconoce, por fin, que las desventajas de las personas con discapacidad, más que en sus propias dificultades personales, tienen su origen en los obstáculos y condiciones limitativas que impone una sociedad concebida con arreglo a un patrón de persona sin discapacidad.
Con todo, quiero poner de relieve el enorme esfuerzo que nos ha costado la redacción de estos planes, ya que implican un desarrollo muy pormenorizado y una gran coordinación con los numerosos agentes interesados en la materia, y también agradecer desde aquí a mi equipo por su gran dedicación. También mi agradecimiento a las administraciones locales que decidieron mejorar, a través de un instrumento tan específico como este, las condiciones de accesibilidad actuales de sus municipios, y de contar para ello con nuestro equipo. Por supuesto a los técnicos municipales por su dedicación, y también a las asociaciones, colectivos, empresas y a la ciudadanía en general, que con su participación nos ayudaron a conocer mejor la realidad del nivel y demandas en materia de accesibilidad de ambos municipios.